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Este chico quería cumplir la F@ntasía con su novia y pero no sabía que las esposas eran reales…
A través de Reddit, weekendwarrior2964 contó una historia verídica,
que quizá nos pueda servir como ejemplo para esos días en que nos
ponemos “creativos” con nuestra chica en la cama. Veamos esta historia:
“Esto sucedió el fin de semana de Acción de Gracias. Antecedentes:
Estuve ayudando a mi novia a mudarse de apartamento. Encontramos un par
de esposas en su armario (un regalo de broma de su mejor amigo), y en
silencio decidí guardarlas para un día lluvioso.
12:00 a.m.: Avancemos rápido hasta el pasado sábado
por la noche. Mi novia y yo nos dirigimos a la cama, una cosa llevó a la
otra, y nuestra ropa salió volando. Usando mi imaginación, me puse a
pensar creativamente y decidí utilizar las esposas -nada loco ni nada-,
pero para no hacer el cuento largo, mi novia ya estaba esposada al poste
de la cama, por encima de su cabeza, mientras yo hacía mi negocio (el cual ha ido bien para los dos. Gracias por preguntar!).
Finalmente llegó el momento de quitar las esposas… que fue
exactamente cuando me di cuenta de que no eran unas esposas de juguete
(no había botón de liberación rápida, que por lo general vienen en esta
variedad de juguetes, y parecían estar hechas de metal duro), y además,
en mi infinita sabiduría, tomé las esposas sin llave.
01:00 a.m.: Comenzarían alrededor de 2 horas
completas disculpándome profusamente con mi novia, probando “abrir las
esposas con un alambre”. Los videos en YouTube sorprendentemente no
fueron de ninguna ayuda en absoluto, porque en los links trataban de
romper las esposas con cortadores de metal, lo cual era absolutamente en
vano.
Durante todo este tiempo mi novia, bendigo su corazón, estaba de un
sorprendente buen humor sobre el asunto, a pesar de que sus manos
estaban encadenados por encima de su cabeza, lo cual era muy incómodo, y
además estaba sin ropa.
03:00 a.m.: Después de haber agotado todas las
opciones en el hogar, y de no querer llamar a un especialista, decidí
utilizar mi pequeño dremel rotativo de mano, que podía cortar pequeños
trozos de metal. Después de convencer a mi novia que iba a estar a salvo
y de que debía permanecer quieta (le di gafas de seguridad y cubrí sus
manos con un trapo), fui capaz de cortar a través de los eslabones que
mantienen las esposas juntas, pero no a través de las propias esposas.
¡LA LIBERTAD DEL POSTE DE LA CAMA AL FIN!
04:00 a.m.: En este punto decidimos que mi novia se
vistiera y llamamos a un cerrajero que trabaja las 24 horas. Las esposas
no eran una emergencia grave, pero de ninguna manera se sentía cómoda, y
yo me sentía muy mal en ese momento. El cerrajero no contestó (a pesar
de las reiteradas llamadas), así que terminamos por dormirnos con las
esposas y todo.
10:00 a.m.: Me vestí y me dirigí a la Sex Shop más
cercana, para comprar otro par de esposas completo y con llave (según
las fotos en línea, la llave parecía universal). Mi novia decidió venir
conmigo desde que se levantó y además quería dar un paseo. Por supuesto,
las Sex Shop cercanas estaban cerradas, pues era domingo, así que
tuvimos que ir un poco más lejos para ver si teníamos suerte.
11:00 a.m.: La Sex Shop tenía un montón de esposas
-aunque ninguno con nuestra marca exacta-. Al parecer, las de mi novia
eran muy viejas y de una empresa que ya no está en el negocio… genial.
Compramos un conjunto con la llave más cercana a la nuestra y lo
probamos en el coche. No hubo suerte. Al parecer, mientras la mayoría de
las llaves de las esposas tienen el mismo aspecto, el tamaño específico
varía según la marca.
12:00 p.m.: Encontramos dos Sex Shops más, pero no
tuvimos suerte (sí que conducimos un montón). Decidimos llamar más
cerrajeros, aunque esto era una opción un poco más embarazosa para mi
novia… pero no hubo suerte tampoco, ya que sucedía que: 1) no nos dieron
confianza ante la situación (un potencial exconvicto o prófugo
de la cárcel), 2) pensaban que era una broma, o 3) tuvieron alguna
respuesta poco profesional como “¿qué estaban haciendo?”, de una manera
grosera, lo que nos hizo sentir incómodos.
13:00 p.m.: Decidí arreglarlo e ir a la estación de
policía/bomberos. Esta era, por mucho, la opción más embarazosa para mi
novia, pero con todas nuestras opciones agotadas, y que no quería ir al
hospital, pensé que la policía podría tener una llave que coincidiera, o
que en la estación de bomberos podrían cortarlas.
14:00 p.m.: La gente de la estación de bomberos fue
muy profesional, y tenía una llave que sí quedó. Mi novia entró en la
estación después de que le dije que sí tenían la llave y se las quitó.
Supongo que la esposas que utilizamos fueron de algún policía/criminal, y
su cerradura funcionaba perfectamente con la de ellos. Le pregunté al
bombero, un señor mayor, si había visto esta situación antes y dijo que
no, nos dio una sonrisa cordial, y no nos hizo ninguna pregunta que
hiciera esta situación, ya de por sí rara, aún más incómoda. Me
sorprendió un poco que no nos nuestra información, pero creo que fue
porque mi novia no tiene tipo de criminal. Las personas ahí fueron muy
muy agradables.
15:00 p.m.: Llevé a mi novia por una comida
dominical. Es lo menos que se merecía después de haber sido esposada por
su novio todo un fin de semana de Acción de Gracias. ¡Fin!”.
Por supuesto, este hombre ofreció algunas pruebas de que esta historia fue real:

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