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Su hija Murió al nacer pero 9 años después la Volvió A ver en un parque
No cabe duda de que la vida está llena de sorpresas, unas buenas,
unas malas y otras un tanto aterradoras, pero todas indudablemente
capaces de cambiar el rumbo de tu vida en un segundo…
Mariana y Gabriel se encontraban ilusionados tras la increíble
noticia del embarazo de Mariana, ella como toda madre primeriza se
emocionaba con cada uno de los cambios de su cuerpo y en compañía de
Gabriel, aprovechaba para comprar todo cuanto se les ponía enfrente para
el nuevo miembro de la familia.
Todo parecía perfecto; los ultrasonidos, las revisiones, las primeras
pataditas, sus bruscos y repentinos movimientos, en fin, nada se
comparaba con la sensación de aquel ser creciendo dentro del vientre de
Mariana y que indudablemente no era más que la muestra de un gran amor,
mismo que dios había decidido sellar con esta grandiosa bendición.

Finalmente el día esperado llegó. Las contracciones comenzaron, por
lo que la joven pareja tomó la pañalera que habían preparado desde un
par de días atrás y salieron de prisa hacia el hospital, sin imaginar el
infierno que les esperaba.
Mariana fue pasada de inmediato a la sala de parto, en donde su
pequeña hija de nombre Romina nació a los escasos 5 minutos sin
complicación aparente alguna. La feliz madre tomó a aquella bebita
indefensa entre sus brazos y en ese momento sintió como de pronto su
único objetivo en la vida era cuidar de ese angelito, quien
indudablemente se había convertido en su razón de ser, sin embargo y
para desgracia de Mariana, en cuestión de horas, todos sus sueños se
habían desmoronado.
Tres horas después del alumbramiento y ya en su habitación, Mariana y
Gabriel esperaban ansiosos a que la enfermera entrara con Romina en
brazos, pero al ver entrar al médico, se dieron cuenta que algo extraño
pasaba.
“Lo sentimos señores, su bebé ha muerto” aquellas palabras retumbaron
en los oídos de los jóvenes padres quienes vieron caer el mundo frente
a sus ojos.
¿Qué paso? ¿Por qué a nosotros? ¿Qué hicimos mal? ¡No puede ser!,
fueron tan solo uno de los cuantos pensamientos que a manera de olas
golpearon la cabeza de ambos padres, quienes no podían dar crédito al
monstruoso, hecho.
La bebé sencillamente dejó de respirar, no hay más, era todo lo que
los doctores tenían que decir ante el lamentable hecho que acababa de
cambiar la vida de la joven pareja.
El acto fúnebre fue preparado y aquellos jóvenes padres enloquecidos
en llanto, acompañaron el cuerpo sin vida de su hija hasta el último
minuto, dejando caer el primer puñado de tierra sobre el ataúd.
El tiempo pasaba y ninguno de los dos podía desaparecer el recuerdo
de su hija. Pese a que intentaban llevar una vida normal, Mariana solía
caminar todos los días por el parque imaginando como se vería su hija si
estuviera a su lado y lo mucho que hubiesen disfrutado juntas… 9 años
después algo inimaginable sucedió.
Mariana caminaba como todas las tardes por el parque cuando de pronto
una pequeña niña llamo inmensamente su atención. El extremo parecido
con su pareja y su instinto de madre no hacían más que gritarle que
ella era su hija, esa pequeña a la que ellos habían enterrado.
Parecía una locura, pero una fuerza sobre humana la empujaba a sus
brazos; en esos momentos solo quería abrazarla y no soltarla nunca más,
era extraño, pues a pesar de que había visto a cientos de niñas durante
esos nueve años, jamás había sentido algo similar.
Mariana no pudo acercarse pero estaba segura que aquella pequeña
había sentido algo similar. Cuando sus miradas se cruzaron, la bella
niña le regalo una sonrisa que Mariana jamás olvidará.
Intrigada por lo sucedido, Mariana le conto a Gabriel lo que había
pasado e inmediatamente iniciaron las indagaciones. Ambos acudieron al
hospital y luego de meses de sufrimiento y lucha por acceder a los
registros de aquel día del nacimiento, finalmente descubrieron algo que
les cambio la vida.
Romina no había muerto, una confusión entre dos recién nacidas a la
misma hora y la muerte de una de ellas, llevo a las enfermeras a caer en
este terrible error…
El tipo sanguíneo de su hija no coincidía con el cadáver de aquel angelito que habían enterrado 9 años atrás.
“Lo sentimos señores, pero ha ocurrido un error…” fueron tan solo las
palabras pronunciadas por el director de aquel hospital, que por un
descuido les había arrancado la dicha de criar a su hija.
“Sus palabras siguen retumbando en mis oídos, no puedo creer cómo es
posible que esto haya ocurrido. Me siento muy confundida, pues en un
abrir y cerrar de ojos nos destrozaron la vida y de la misma forma
ahora me han hecho la mujer más feliz” fueron las palabras de esta madre
quien luego de casi 10 largos años ahora celebra la bendición de poder
estrechar nuevamente a su hija entre sus brazos.
Mariana y Gabriel recuperaron a su hija y ahora junto a la pareja que crio a Romina, le dan a la pequeña un hogar lleno de amor.
Esta es tan solo una de las muchas historias que ocurren día a día en
nuestro País, afortunadamente la suerte de esta pareja cambio para
bien, pero ¿Tienes idea de cuantos bebés son cambiados y separados a
diario de sus padres por absurdas y tontas confusiones?
Si conoces una historia similar déjala en los COMENTARIOS, COMPARTE con todos tus SERES QUERIDOS y no olvides repetirles todos los días lo mucho que los amas.
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